domingo, 18 de mayo de 2008

PONERLAS EN EL JARRON


Las flores cortadas tienen que ponerse siempre en agua limpia y renovarla cada vez que se ensucie. Como la flor ha perdido las hojas y las raíces de la planta, ya no tiene ningún modo de obtener el oxígeno que necesita para vivir. Puestas en agua, las flores son capaces de sustentarse a partir del oxígeno que está disuelto en el agua y que absorben a través del tallo.

Poner una aspirina disuelta en el agua también ayuda a su conservación, aunque también se pueden incorporar productos especiales de jardinería que sirven para matar las bacterias que pueden desarrollarse en el agua y que acelerar la putrefacción de la flor. Asimismo no podemos olvidar retirar los restos de flores marchitas o las hojas pasadas, ya que al caer en el agua se pueden pudrir y activar el proceso de descomposición de la flor.

Otro factor fundamental es el jarrón: cualquiera que sea el recipiente, tiene que tener agua suficiente para todas las flores y que llegue bien la luz a cada una de ellas. Es decir, que la cantidad de flores tiene que ser proporcional al volumen del jarrón, sin apelotonar los ejemplares.

Por último, no debemos olvidar que es muy importante tener en cuenta la habitación donde colocaremos el búcaro con las flores. Los ambientes secos, con corrientes de aire o donde da el sol directamente a las flores contribuyen a resecar antes los tejidos y a que envejezcan más rápidamente.

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